martes, 31 de mayo de 2011

EL PERDÓN

                         "La regla de Oro"

El perdón es ‘la regla de oro’, a través de la cual llegamos
a conectar con nuestro ser.
Es lo único que de verdad alivia y que de verdad sana.
Muchas enfermedades mortales, tienen que ver con el resentimiento, con la culpa…

El perdón, genera una sensación de absoluta libertad,
porqué nos permite desprendernos de esos sentimientos.
Todas las enfermedades del aparato digestivo,
tienen mucho que ver con la actitud de soltar,
de desprendernos de las cosas y no lo sabemos hacer…

La verdadera posibilidad de reedescubrirnos,
en términos de absoluta libertad,
vienen a través del perdón…

Perdonar es un verbo, indica acción.
Pero el hombre siempre se ha preguntado:
¿Cómo perdonar?

Hay mucha gente que te dice:
 -’Yo ya perdoné’-
pero se encuentra con la persona perdonada,
o se enfrenta de nuevo a la misma situación y se eriza!
No ha perdonado!

El sentimiento permanece ahí,
te lo dice tu cuerpo, tu energía, el recuerdo…

He conocido a muchas personas,
que en un momento determinado de su vida,
tuvieron mucho dinero,
se asociaron con alguien que provocó su ruina
y a continuación se pasaron veinte años lamentándolo!

¿Qué significa ésto?
Que prefirieron quedarse en el papel de víctima impotente
y arruinada y no con el de persona emprendedora…

Asumieron el papel de víctimas,
se arruinaron y a partir de entonces,
el mensaje que transmiten es:
‘Te voy a demostrar el daño que me hiciste
y puedo llegar hasta lo último en mi vida,
hasta la muerte, para castigarte’.

Y la otra persona está disfrutando con el dinero.
Es gente que se daña a sí misma, por el miedo a perdonar…

No se trata de la falsa noción,
de que perdón es presentarse de rodillas,
ante la otra persona.

Es común esa noción de que perdonar,
‘es volver a meter en nuestra casa,
a la persona que a lo mejor nos sacó de ella’.
Pero no es eso…

Perdonar,
es liberarnos de ese pensamiento,
de ese recuerdo y poner límites de una vez
y decirle a esa persona:

 -’Perfecto, fue maravilloso conocerte,
hoy comprendo lo que me enseñaste -
aunque uno no se lo digas así-,
hoy comprendo la lección que me diste…
-’Y ahora, gracias! pero no te quiero más en mi vida’-.

La idea real del perdón,
es llegar a sentir que nunca pasó,
que nunca te hicieron daño, porqué en realidad,
nadie tiene capacidad de hacerte daño.

Si alguien te hiere,
es porqué has puesto tu poder en sus manos
y ese alguien no sabe qué hacer, con ese poder y te agrede.

Tu ser, no puede sufrir ataques
y toda defensa que hagas en tu vida,
va en contra de tu paz…

El perdón es una llave que cierra ciclos.
Independientemente de cómo actúes ante cualquier cosa,
ante una institución o una persona,
siempre terminarás perdonándote a ti mismo,
porqué fueron tus pensamientos,
los que crearon las energías hacia esa persona…

La paz comienza….cuando dejamos de querer…
tener la toda la razón…

*Anónimo

jueves, 5 de mayo de 2011

UNA RELACION FELIZ

Nadie puede dar lo que no tiene.
Sólo cuando estás bien contigo mismo
puedes estar bien con los demás.
Sólo cuando manejas tu soledad
puedes manejar una relación.

Necesitas:

1. Valorarte para valorar,

2. Quererte para querer.

3. Respetarte para respetar,

4. Y aceptarte para aceptar ya que nadie puede dar lo que no tiene dentro de sí.

Ninguna relación te dará la paz que tú mismo no hayas creado en tu interior.
Ninguna relación te brindará la felicidad que tú mismo no construyas.
Sólo podrás ser feliz con otra persona,cuando seas consciente que eres feliz incluso cuando no está a tu lado.
Sólo podrás amar siendo independiente,hasta el punto de no tener que manipular ni manejar a los que dices querer.
Dos personas que se unen por el deseo de hacerse feliz la una a la otra,fracasarán con el tiempo…
Dos personas que se unen con el fin de compartir su felicidad propia,lograrán una felicidad duradera, y sin ser su fin, harán feliz a la otra.
Para amar necesitas una humilde autosuficiencia,necesitas autoestima y la práctica de una libertad responsable.
Pretender que otra persona nos haga felices y llene todas nuestras expectativas es una fantasía narcisista que sólo trae frustraciones.
Por eso, ámate mucho, madura, y el día que puedas decirle al otro:
“Sin ti también estoy bien”…ese día estarás más preparado para vivir un amor en pareja.

FUENTE: siriusfem.com




miércoles, 4 de mayo de 2011

EL AMORE


Quisiera gritar de la montaña más alta,
decirle al mundo que encontré el amor y lo que es para mí...
pero a mi alrededor sólo hay violencia y leyes que me traban.
Tal vez un día comprenderán que el amor no es sólo un hombre y una mujer.
El amor es extraño y descontrolado, le pasa a cualquiera
El amor es más que ella lo conoce a él,
el amor es más que él la conoce a ella.
Un hombre no decide el destino y suerte  de amantes inocentes porque es menos crimen el matar a alguien?
Siempre han tratado de esconder y ocultar este amor negado, por las sombras nos amamos en pecado...
El amor no es sólo un hombre y una mujer
el amor es extraño y descontrolado: le pasa a cualquiera
El amor es más que ella lo conoce a él
El amor es más que él la conoce a ella...

EL TAROT Y EL LIBRE ALBEDRIO


El Tarot fue concebido para que las imágenes sean un reflejo o proyección de las personas, situaciones y acontecimientos presentes en el devenir humano. Por ello, al consultarlo, ves tu propia vida que se refleja en las imágenes cual si fueran un espejo. 
Los Arcanos te conducen, mediante sus símbolos y arquetipos, hacia la comprensión de ti mismo, de tu entorno y tu situación. Ellos sugieren, inclinan, inspiran un significado y de allí deduces orientaciones, consejos para el bienestar y progreso. Pero también advertencias acerca de aquello que nos causa dolor y retrasos y cómo superarlos. Por ello, si hacemos caso omiso de los mensajes sugeridos o damos un uso incorrecto a la interpretación de las cartas, nos hundimos en la confusión al tiempo que negamos el verdadero fin del Tarot: el autoconocimiento para vivir mejor y superarnos.   Es absolutamente inconveniente preferir unas carta por sobre otras o desdeñar aquellas que consideramos "malas" o de "mala suerte". La suerte nos la creamos nosotros con nuestra actitud y conducta, no nos la transfiere el tarot.   Al igual que las imágenes que contactamos durante el sueño, el Tarot nos muestra aspectos de nuestra personalidad y de nuestra vida que no reconocemos de manera consciente. Tanto los sueños como el Tarot, mediante un lenguaje simbólico, resaltan lo que debemos asumir y quizá resolver. Por esto el Tarot tiene tanto poder para activar la imaginación del hombre. Alberto Cousté lo llamó "La Máquina de Imaginar", pues las cartas están inspiradas en la experiencia humana subconsciente e inconsciente, proviene de los niveles más profundos de la psique y desde allí nos mueve y estimula al aprendizaje.   Este antiguo sistema filosófico, heredero de una sabiduría milenaria, ha guiado a través de los siglos a hombres y mujeres sabios, iniciados en el campo espiritual que vieron en las imágenes arcanas verdaderas revelaciones de las corrientes universales. El Tarot nos revela tendencias, nos permite analizar sus contenidos y facilita la toma de decisiones. De allí que el papel del tarotista, más que predecir el futuro, es orientar y aconsejar según los arquetipos presentes en una lectura, sin condicionar las decisiones de quien consulta. Nuestro futuro nos pertenece y nadie lo puede manipular.   Ante los problemas de la vida, muchas personas se angustian y se desorientan, piensan que la situación que viven es eterna; que no van a salir de esa "larga noche oscura"; que todo se acabó y ya no hay futuro. Excitados o agobiados perdemos claridad y objetividad. En consecuencia, no es conveniente tomar decisiones trascendentales bajo un fuerte impacto emocional, ya sea, una gran euforia (alegría extrema) o una gran depresión (tristeza profunda) Ambos extremos nos hacen perder el control.   Las decisiones significativas deben tomarse en total calma y serenidad, con "la cabeza fría" para poder pensar con lógica y sentido común "el menos común de los sentidos" como diría Oscar Wilde. No olvidemos que la vida, como todo, es energía, y la energía está en constante movimiento, cambio y renovación. Allí radica la verdadera belleza de la vida.   Cada ser humano debe aprender a forjar su propio destino, a responsabilizarse por sus acciones y omisiones, a valorar la calidad de las relaciones y del tiempo que invierte día a día en su crecimiento. Indudablemente, debe procurar no invertirlo (malgastándolo) en odios, altercados, desconfianza, celos, dudas, preocupaciones; todos ellos estados mentales que deterioran nuestra salud (mental y física), afectan nuestro mundo de relaciones, nos llenan de amargura y tristeza impidiéndonos razonar con claridad y conectarnos con la vida. Debemos reconocer que dentro de nosotros coexisten dos mentalidades en pugna: una inferior, elemental y primitiva; y otra superior que nos eleva y dignifica. Es ya clásica la imagen del diablito y el angelito que nos aconsejan uno de un lado, otro del otro y nosotros debemos elegir. De eso trata nuestro libre albedrío, de las decisiones de cada minuto.   Identificar dónde están los impulsos de nuestra naturaleza superior, aprender a cultivarlos y aprovecharlos reconociendo y desechando aquellos que nos arrastra a lo más bajo y primitivo es un atributo esencial de la sabiduría humana. No podemos negar nuestra "sombra" y ella se identifica con es parte primitiva y difícil.   Respecto al cambio, cuando nuestra actitud es de crecimiento y aprendizaje y alcanzamos altos niveles de consciencia, nos adaptamos constantemente a las nuevas circunstancias, personas y realidades. No emitimos juicios a priori ni pensamos que el mundo "se derrumbó" sólo por perder algo: un empleo, un amor, una posición alcanzada. Entendemos que lo material siempre tiene solución y que de una u otra forma lo que se pierde es sustituido por algo incluso mejor. Los sentimientos pueden arraigarse y causar dolor, pero también nos permiten crecer como personas. Las pérdidas irreparables, como la muerte de un ser querido, pueden ser también motivo de crecimiento y elevación espiritual.   Nada es "bueno" ni "malo". Simplemente las cosas ocurren como parte de la naturaleza cambiante de la vida y sus circunstancias. Lo que sí podemos reconocer es que hay eventos placenteros y eventos displacenteros, que sería lo que suele catalogarse de "bueno" y "malo". Quienes creen que lo "displacentero" es un "castigo divino" y que lo "placentero" es un "premio", viven en el miedo y la culpa. En cambio, estando conscientes de que cuanto sucede en la vida es producto de la "causalidad" (proceso en el cual cosechamos lo que sembramos) asumimos que somos co-creadores de nuestro destino y que sólo nosotros decidimos qué queremos cosechar y, por ende, qué sembrar. En nosotros mismos está la potencialidad para desarrollarnos y autorrealizarnos espiritual y humanamente. De nosotros -y no de una fuerza exterior- depende el camino que sigamos.   Al revelarse nuestras verdades internas con la ayuda del Tarot, tendremos una oportunidad para aprender acerca de nosotros mismos y de nuestras circunstancias. Nuestra será la decisión de qué hacer con ese conocimiento.  

(Autora: Marinela Ramírez Socióloga, Terapeuta Holística, Profesora de Tarot y Directora de la Escuela Superior de Tarot)